jueves, 4 de septiembre de 2014

El éxito tiene mil caminos diferentes

Publicado originalemente por Yahoo Finanzas España
El éxito tiene mil caminos diferentes, pero una misma salida: elegir la rutina de trabajo que más nos beneficie y seguirla a pies juntillas. Esta parece que fue la decisión que tomaron genios de la talla de Beethoven, Sigmund Freud, Charles Darwin, Victor Hugo o Charles Dickens. Todos ellos comparten una serie de hábitos que podemos adaptar nuestro día a día para que nuestra vida sea mucho más rica y productiva. 


1.- Trabaja a las horas a las que más rindas
“A quien madruga, Dios le ayuda”. El refrán que más han escuchado los más dormilones resulta que es una falacia. O al menos, en parte. Hay personas a las que les conviene mucho más trabajar por las mañanas y otros, a última hora de la tarde. Así lo asegura un estudio realizado en 2011 por los psicólogos Mareike B. Wietha & Rose T. Zacks del Albion Collecge de Michigan (Estados Unidos). En él, los expertos analizaron la capacidad de resolución de problemas de un grupo de sujetos en función de la hora del día. Y los resultados no arrojaban dudas: estaba bastante claro que había personas que funcionaban mucho mejor a primera hora, y otros que trabajan de forma más efectiva a última hora de la tarde.
Tan solo hace falta saber a qué hora se nos da mejor las tareas e intentar organizar nuestra agenda en base a ello. Si no podemos hacerlo, porque por ejemplo trabajamos en una oficina de 9 a 18,podemos organizar las tareas para empezar con algo más complicado a primera hora -si somos ‘personas de mañana’- y dejar lo fácil para por la tarde. Si nos cuesta despertar, mejor hacer lo contrario. 
Beethoven adoraba componer a primera hora de la mañana y tener las tarde despejadas.Flaubert, sin embargo, escribió Madame Bovary sobre todo de noche. El escritor francés se dedicaba a bañarse  y a leer por las mañanas. Así que elige tu camino, joven padawan. 
2.- Haz listas
Cualquier trabajo puede ser reducido a una larga lista de tareas. Si las tenemos claras desde primera hora, podremos rendir mejor y el día no se nos hará bola. Sobre todo si trabajamos en grupo, ya que la mayoría de las distracciones provendrán de las necesidades que los demás nos intentarán cargar: si tenemos un papel en el que sabremos qué tenemos que hacer exactamente, podremos priorizar y evitar  Interferencias.
Freud   





Ojo, las listas no tienen por qué ser de tareas diarias. También nos puede ayudar tener una de objetivos a medio y largo plazo.
3.- Descansa
No eres una máquina. Cada dos horas, intenta parar 15 minutos y hablar con un compañero, tomar un vaso de agua -cuidado con el café- o dar un paseo. No lo digo yo, lo dice Freud: el genio vienés solía descansar una media hora entre sus agotadoras sesiones de psicoterapia. También solía parar una hora y media entre su turno de mañana (que empezaba a las 7 de la mañana) y su turno de tarde, en el que trabajaba hasta las 9 de la noche. 
4.- Pasea 
Mejor que un descanso, un paseo. Una caminata de 20 minutos hará que la sangre fluya mejor por tu cuerpo y disparará tu creatividad. Un estudio de 2009 descubrió esta realidad: los adolescente que caminaron durante 20 minutos antes de un examen de lectura sacaron mejores notas que los que no lo hicieron. 
5.- Duerme bien (y sobre todo por la noche)
Ya seas una persona de mañana o una de tarde, intenta dormir bien por la noche. El descanso adecuado hará que rindas mucho mejor. La falta de sueño no solo te hará más perezoso: este hecho también está relacionado multitud de problemas de salud, entre ellos el sobrepeso o el aumento de probabilidades de sufrir infartos. 
6.- Aprende a decir ‘No’

¿Te imaginas a Barack Obama diciendo que sí a cualquier petición que le hicieran? ¿O a Picasso haciendo caso a los que criticaban su estilo? Todos las personas de éxito aprendieron en su momento a decir que ‘no’. Con esta sencilla acción evitaremos que los demás nos impongan sus deseos y necesidades, y nos podremos centrar en lo que nosotros queremos. 

John F. Kennedy7.- Creetelo 


Una profecía autocumplida es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad. Además, es una de las expresiones favoritas de los psicólogos: si nos creemos que podemos llegar a hacerlo, podremos realizarlo. Pero ojo, este concepto también puede volverse en nuestra contra: si creemos que fracasaremos, terminaremos haciéndolo. 
Además, la confianza es contagiosa y es una de las características claves de los líderes. Si crees que lo vas a poder hacer, los demás no tendrán dudas y confiarán en ti y en sí mismos. Y si no que se lo digan a John F. Kennedy y a su equipo de estrategas: cuando la III Guerra Mundial estuvo a punto de estallar por la crisis de los misiles cubanos, la confianza, el autocontrol y el liderazgo del presidente fueron decisivos para que nadie de su equipo perdiera los nervios y lanzara una ofensiva que podía haber acabado en el Apocalipsis. ¿Era JFK un superhombre? No, por dentro estaba carcomido por las dudas y por el miedo, pero se convenció a sí mismo de que esa crisis no iba a ser el principio de la guerra. Y ese fue el principio de uno de los episodios más recordados de la diplomacia mundial.
Publicado originalmente en: Yahoo FInanzas España

https://pe.noticias.yahoo.com/siete-h%C3%A1bitos-sencillos-que-comparten-las-personas-que-tienen-%C3%A9xito-000036982.html


Es el nombre artístico de Joane Rowling, la escritora inglesa que creó todo el universo de Harry Potter. El primero de los libros de la saga se publicó en 1997, cuando la autora tenía 32 años. Hasta entonces, tras haber pasado por numerosos trabajos, era una madre soltera desempleada con tendencias depresivas que vivía de subsidios y ayudas estatales.

Harrison Ford

Actor desde bien joven, sus primeros papeles eran muy modestos, tanto que ni siquiera salía su nombre en los títulos de crédito. Como con lo poco que cobraba no le llegaba para vivir, tuvo que compaginar su oficio con otras actividades: durante un tiempo trabajó como carpintero. Precisamente uno de sus trabajos fue construir camerinos para una película de George Lucas; ahí se hizo amigo del director, quien no dudó en darle un papel más relevante en su filme de 1973 American Grafitti. Así, a sus 31 años, comenzó su carrera al estrellato.

Mary Kay Ash 

Un ama de casa común, como tantas otras, tuvo sus primeros contactos con el mundo del comercio durante la Segunda Guerra Mundial: con su marido combatiendo en Europa, se dedicó a ir vendiendo libros puerta a puerta. Tras divorciarse, estuvo un tiempo trabajando para otra compañía de venta a domicilio, que abandonó decepcionada al comprobar cómo la relegaban para ascender antes a un hombre, pese a haber sido ella quien le había formado. Durante un tiempo se retiró del mercado laboral y se dedicó a escribir un libro, una guía para ayudar a las mujeres en el mundo de los negocios. A los 45 años, con su segundo marido recién fallecido, decidió llevar a la práctica las ideas de su manual, y con ayuda financiera de sus hijos creó una de las compañías líderes en el sector de los cosméticos. La conocidísima empresa lleva su nombre: Mary Kay. 

Andrea Bocelli

Hijo de unos granjeros, a los 12 años quedó completamente ciego tras un accidente jugando al fútbol. De ahí en adelante se concentró en su otra gran pasión: la música. Mientras estudiaba Derecho, se dedicaba a cantar en bares y pubs de Pisa para sacarse un dinero extra. Así sobrevivía hasta que, a sus 34 años, el conocido rockero Zucchero le descubrió y le ofreció hacer un dúo con él, dando inicio a su meteórica carrera.

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